Grupete madrileño con un buen disco y un mejor directo, uno de los más divertidos del Primavera Sound 2005 según mis poco fiables recuerdos (otro fue el de Grabba Grabba Tape, aún más raro). Mezclar musica surf, psychobilly, pasodoble, gritos en segundo plano que recuerdan a los de las bandas sonoras de spaguetti western, etc, y salir airosos y con nota es dificilisimo.
Y en directo llevaban hasta un bailaor japones con máscara de demonio, jeje:
"Undertaker" (3'33"), de M. Ward Album: "Transfiguration Of Vincent" (2003) .
Hay al cabo del año unos cuantos momentos raros y no demasiado usuales en los que estás a gusto con tu vida y el mundo es realmente redondo, momentos en los que la temperatura deja de ser fría sin llegar a ser calurosa, la luz del atardecer entra por todas las ventanas de la casa y te echas a la calle (o te asomas a la terraza, lo mismo da) para saborear una tarde perfecta. Para redondear estos momentos no hay nada como un correcto estímulo sonoro, canciones perfectas e ingrávidas donde nada se mueve a una velocidad superior a la correcta y todo encaja como esa pieza que te falta en el puzzle y que te lleva semanas encontrar.
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En este tema se escucha hasta el sonido de los dedos resbalando sobre las cuerdas de la guitarra, casi escuchas el cantar de los grillos que hay en el campo, fuera del estudio de grabación; la voz se muestra en toda su vulnerabilidad; la armónica y el teclado suenan unos segundos y no intentan abandonar su rol secundario; todo encaja, todo se mueve al ritmo correcto y te encuentras meciendote de un lado a otro suavemente y te gustaría que esta sensación durase más de los tres minutos y pico de la canción....
"Action" (2'47"), de Clem Snide Album: "Soft Spot" (2003) .
You give it away, don’t make ‘em pay and you’re free And if you’re alone, just pick up the phone, it’s me I’ll bring nothing to eat but I’ll tickle your feet till you smile I know they’re closing the store but let’s lay on the floor awhile
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Después de un ladrillito (por lo largo, no por lo bueno) como el de Todd Rundgren viene bien un respiro en forma de miniatura como ésta de Clem Snide. Habitualmente hacen uso de un humor irónico llegando a lo sarcástico, pero en esta ocasión (y durante todo el disco) abandonan ese puntito punzante buscando un clasicismo romántico absolutamente inocente, casi cándido. Canciones entregadas que, sin abandonar ese matiz inteligente y sabihondillo marca de la casa que obtiene casi siempre letras cojonudas, en esta ocasión enfundan el aguijón y consiguen un resultado precioso.
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En este terreno es muy dificil conseguir no empantanarse en terrenos almibarados u obvios, sartas de tópicos sin ningún sentido del humor, pero estos señores lo consiguen con creces: canciones de amor sinceras, sentidas y encantadoras que sin embargo siempre te guiñan un ojo y te hacen sonreir. Dificil, pero no imposible.
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Más adelante caerá algún otro tema de este mismo disco, y algún otro del grupo. Porque ellos lo valen ;)
