"In The Neighborhood" (3'07"), de Tom Waits
Album: "Swordfishtrombones" (1982)
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La vida en el viejo barrio es así, señores. Tenemos nuestras carencias, necesidades y quejas, pero mientras seamos capaces de mirarlas desde un punto de vista casi cariñoso no hay problema en soportar las dificultades de todos los días.
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Con la instrumentación que le aporta la banda de música de un desfile de 4 de Julio cualquiera (bombo, tambor, vientos) y el rajo característico de su voz el señor Waits nos devuelve a esas ciudades norteamericanas de la post-Depresión en las que los vagabundos se aupaban a los trenes de mercancias y en cada esquina cada noche había un bidón para encender una hoguera, la pura y auténtica América profunda. No hay necesidad de encontrar estribillos que sinteticen nada, la misma enumeración de las estrofas ya es un catálogo de situaciones cotidianas expuestas con indudable simpatía hacia su misma humildad.
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Hacia el futuro desde el pasado, nunca Tom Waits ha tenido el punto de mira tan ajustado; otros discos han tenido mejores críticas, pero a mi gusto abusan del blues de cacharritos raros, mientras en éste esa sensación de retrato de una época que a la vez ya ha pasado y se ha congelado en el tiempo se consigue desde una instrumentación mucho más convencional (y efectiva, sí), lo que siempre me ha parecido más dificil y rompedor.
Album: "Swordfishtrombones" (1982)
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La vida en el viejo barrio es así, señores. Tenemos nuestras carencias, necesidades y quejas, pero mientras seamos capaces de mirarlas desde un punto de vista casi cariñoso no hay problema en soportar las dificultades de todos los días.
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Con la instrumentación que le aporta la banda de música de un desfile de 4 de Julio cualquiera (bombo, tambor, vientos) y el rajo característico de su voz el señor Waits nos devuelve a esas ciudades norteamericanas de la post-Depresión en las que los vagabundos se aupaban a los trenes de mercancias y en cada esquina cada noche había un bidón para encender una hoguera, la pura y auténtica América profunda. No hay necesidad de encontrar estribillos que sinteticen nada, la misma enumeración de las estrofas ya es un catálogo de situaciones cotidianas expuestas con indudable simpatía hacia su misma humildad.
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Hacia el futuro desde el pasado, nunca Tom Waits ha tenido el punto de mira tan ajustado; otros discos han tenido mejores críticas, pero a mi gusto abusan del blues de cacharritos raros, mientras en éste esa sensación de retrato de una época que a la vez ya ha pasado y se ha congelado en el tiempo se consigue desde una instrumentación mucho más convencional (y efectiva, sí), lo que siempre me ha parecido más dificil y rompedor.
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