Album: "Bossanova" (1990)
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En la penumbra neblinosa de la cantina donde los forajidos galácticos se refugian para beber y relatar aventuras ficticias que aunque nunca hayan ocurrido han sido vividas sin lugar a dudas, un conjunto de cuatro marcianos tocan melodías de aquella banda terrestre olvidada hace largo tiempo, los Shadows, y en sus melodías de dos minutos condensan toda la misteriosa belleza de un surf rock de guitarras sedosas y planeadoras, escobillas que acarician la batería y voces susurrantes que musitan letras sin sentido. Quizá en algún momento soñaron ser algo más que la banda sonora de esta fábrica de humo, pero hace tiempo que han sabido ver y apreciar en su justa medida la hermosura de la resignación, de saber que quienes vienen detrás han de recojer el testigo y reconocer los hallazgos, la maestría y la perfección de una música que no envejecerá en eones, el sonido perfecto del rock bien engrasado.
.Mañana mismo cambio de camello... :))
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