Album: "A Wizard, A True Star" (1973)
.
Esta canción me parece el ejemplo perfecto de un estilo muy determinado dentro de la música pop de los setenta, uno que picotea migajas de otros muchos estilos (soul a la Motown, algo del power pop primerizo, ...) tamizándolas a traves de una producción y unos arreglos, como explicarlo, "musculosos".
No quiere decir que se trate de rock estridente, ni de que los bajos y la batería esten grabados a más volumen que el resto de instrumentos para potenciar la energía, sino más bien que todo desprende una fuerza que es extraña de advertir en temas que no son abiertamente rock o punk. Otros grupos de esos años tenían una producción parecida, pero se movían por terrenos más rock: ahora mismo se me vienen a la cabeza Led Zeppelin o Lynrd Skynrd.
.
Como no sé explicarlo de otra manera lo mejor es escuchar la canción y verse transportado a una tarde soleada en la playa, cuando el sol está empezando a ponerse y ya no quema pero hasta la arena conserva aún el calor... El auténtico pop barroco, capas y más capas sobre una melodía preciosa, un sutil pero insistente xilófono campanilleando tres notas una y otra vez, y esos coros que se funden con un discreto solo de guitarra casi al final... el optimismo encapsulado!
.
(No estoy seguro, pero creo que en la cojonuda banda sonora de Dazed And Confused -Movida del 76 en la traducción española- sonaba algo de Todd Rundgren, habrá que volver a verla... la película es el American Graffitti de la generación de finales de los 70, y cualquier excusa es buena para disfrutarla de nuevo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario